Por Sergio Pino www.sergiopinoart.com Siempre tuve el deseo por el arte, lo artístico en general y la creación de arte en particular. Un deseo ambicioso, soberbio, incómodo, desorganizado, necio y terco, que no por ello era más poderoso que todo lo que operaba para obstruirlo, demorarlo o alejarlo, como la zanahoria que le atan en una caña al burro para que siga caminando, mientras no la alcanza camina y va... Este deseo tiene aspectos, características, elementos, momentos, etc. Uno de estos aspectos o elementos es la palabra, siempre me vi atrapado, cautivado, aliviado o apasionado por la palabra. La palabra estuvo ahí, siempre que me hizo falta, cuando lo demás no se podía, no alcanzaba o no estaba, la palabra nunca huyó y me permitió declarar y declamar, jugar, entretener, ofender y defender, reclamar, destacar, disimular, ocultar, revelar, aprender, negar, militar y con ayuda del psicoanálisis, crear! Entonces, allá por los 2007's creo, no recuerdo con precis...